Los coches clásicos, especialmente los ‘muscle cars’, levantan verdaderas pasiones. El Dodge Shakedown Challenger es la respuesta a esas pasiones, a esos sueños de cuatro ruedas.

El trabajo de Dodge ha sido impresionante, algo que a priori, puede ser algo que funcione con éxito: tomar un clásico y modernizarlo, con luces LED incluidas, no parecería la mejor solución. Pero contrariamente parece que los chicos de Dodge han ganado en buen gusto desde que están dentro del Grupo FCA. La base del Dodge Shakedown Challenger está basado en un Dodge Challenger de 1971, con una de las carrocerías más auténticas, sexys y deseables que han existido jamás. Sobre esa base, se ha modernizado su aspecto, se ha reconstruido su interior y se ha optimizado su rendimiento mecánico.

Y es que hablamos de un modelo del 2018 con los más modernos accesorios, la línea y el diseño del vehículo tiene la imagen de un coche de primera era, que complementa lo actual con lo retro y características que se basan en accesorios vintage. Esencialmente es un auto contemporáneo en un cuerpo atemporal, ya que desde el 1971 el concepto Shakedown es único.

El chasis se ha reconstruido completamente, incorporando una nueva suspensión más adecuada a los tiempos que corren y que le puede permitir visitas esporádicas a los circuitos sin morir en el intento. Bajo el capó, una joya: el HEMI V8 de 6,4 litros con 392 pulgadas cúbicas dotando a este viejo rockero de un alma de quinceañero. 485 CV de puro músculo asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades heredada del Dodge Viper y que hará chirriar los neumáticos asentados sobre llantas Hellcat de 19 y 20 pulgadas (delante y detrás). La potencia de frenado es suministrada por los frenos Brembo SRT Hellcat de media docena de pistones y sistemas de frenos traseros de varios pistones.

 

 

Estéticamente es magnífico, con detalles que te harán dudar si estás con un coche de más de 40 años. Sus líneas son maravillosas y gracias a la eliminación de las maneras de las puertas, su aspecto lateral es limpio y redondo. Los faros de LED, tanto delante como detrás, inspiradas en el actual Challenger, modernizan su estética y a su vez, deja claro que la inspiración del nuevo Dodge Challenger es más que evidente.

En el interior, el Dodge Shakedown Challenger recibe cambios de altura, como nuevos asientos, derivados también del Dodge Viper, o un nuevo salpicadero con inserciones en fibra de carbono.

El Shakedown cabalga sobre una base moderna pero con un gran número de elementos prestados del Challenger 2017. El diseño de todo el conjunto ofrece una sensación Resto Mod, como si hubiera sido objeto de una serie de modificaciones efectuadas por algún taller especializado. Cabe destacar la inspirada herencia del Shaker en el capó donde se acentúa por una insignia en rojo del “Shakedown”, y las rayas en color negro y rojo brillantes que recorren a lo largo de toda la superficie del coche. Las forma de los faros delanteros y sobretodo los traseros le otorgan un aspecto más agresivo típico de los muscle cars. El coupé también cuenta con un spoiler trasero.

El interior es tan importante como el exterior y también incorpora factores antiguos y contemporáneos. El tablero de mandos mantiene un diseño atemporal, y el concepto del negro como color predominante continúa en la consola central con matices rojos en detalles que dan un contraste muy llamativo.

¿Es un sacrilegio meter en la pista esta joya? Es posible: sin lugar a dudas, el aspecto del Dodge Shakedown Challenger deja patente una cosa: el aspecto de este muscle car sigue enamorando y mucho tiene que cambiar el mundo para que nos deje de enamorar. ¿Te imaginas algo así en los concesionarios? Nosotros ya nos hemos puesto en marcha y te lo ofrecemos.