¿Sabéis cuantos deportivos con motor V8 atmosférico y cambio manual hay a la venta actualmente en el mercado? Dos. El Aston Martin V8 Vantage y el Morgan 4/4. Ambos cuestan más de 130.000 euros hoy por hoy y son productos de nicho puro y duro, cuyas ventas anuales se pueden contar con los dedos de una mano. El resto de ofertas prestacionales ignora por completo a los cambios manuales, y sólo los Audi RS5 y Lexus RC F conservan motores atmosféricos. Al Audi RS5 le quedan meses de vida comercial. ¿Qué está pasando? ¿Se nos ha olvidado usar el pie izquierdo acaso? ¿Qué hay de malo en perder un poco de tiempo cambiando de marcha?
Simple y llanamente, no existe demanda de vehículos de altas prestaciones y cambio manual en nuestro continente. Por eso las marcas no los ofrecen. Menos de una tercera parte de los compradores de los BMW M3/M4 los ordena con cambio manual. En algunos mercados, sólo una de cada 10 personas ha encargado un BMW M2 con caja de cambios manual. La sobrealimentación llega a todos los segmentos, e incluso en el segmento de los súper-deportivos, se pueden contar con los dedos de dos manos los modelos de aspiración atmosférica que quedan.
Es un V8 atmosférico de 5,2 litros, con un cigüeñal de calado crossplane. Este cigüeñal se asemeja más al de una moto deportiva que al de un coche, y marcas como Ferrari los han montado en motores de factura reciente. Lo que estos cigüeñales consiguen es que las explosiones de los diferentes pistones queden más compensadas entre sí que en un motor con cigüeñal convencional, al compensarse las inercias internas del motor. Todo son beneficios: mayor refinamiento, más par, más potencia y una gran facilidad para ir altos de vueltas.
533 CV a 7.500 rpm y 581 Nm de par a 4.750 rpm son el resultado de este fantástico bloque V8, capaz de gritar a 8.200 rpm. Asociado a una caja de cambios Tremec de seis relaciones, manual. Con un peso en orden de marcha de poco más de 1.700 kilos en orden de marcha, es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en unos 4 segundos. Por supuesto, coches como el BMW M4 consiguen tiempos similares con unos 100 CV menos, pero se rumorea que el tiempo de vuelta del GT350 – desarrollado en Nordschleife – es inferior al de un BMW M4 GTS
Todo el que ha probado el Ford Mustang Shelby GT350 habla auténticas maravillas. Ha sido declarado ganador de infinitas comparativas, incluso el Chevrolet Camaro Z/28 con su motor 7.0 V8 ha tenido que rendirse ante la cobra. No es posible ignorar el consenso de la crítica y de sus afortunados propietarios: es el mejor Mustang jamás creado. Más equilibrado que los GT500, más refinado, con un motor sensacional y una puesta a punto maravillosa.