La primera relación, muy corta, le ayuda a este diésel a adoptar cierto brío en la arrancada, y a superar el pequeño receso del turbo. El generoso par motor de 569 Nm le ayuda, por su parte, al cambio automático a subir con celeridad e impulso de marchas, lo que supone que lo mantiene en la zona media del cuenta-vueltas y evita que el consumo se dispare.

Por la autovía alemana se puede rodar relajadamente a 171 km/h en séptima, girando a 3.325 vueltas. Si levantamos un poco el pie del acelerador inserta la prolongada octava relación, y con ella logramos un consumo, a máxima velocidad, de 16 litros cada 100 kilómetros. Con el der 5.7-V8 hubieran sido 20. Una rebaja considerable.

Y si circulamos a las velocidades legales, podemos mantener a este bisonte por debajo de los 12 litros. En un recorrido mixto hemos logrado mantenernos en los 10,5 litros de media. Toda una proeza para un coche de este tamaño y peso.

Dodge Ram 1500 Eco Diesel: sorprende en carretera

Y si bien decíamos que su diseño recuerda al de los pick-ups tradicionales de hace 20  y más años… De su comportamiento no puede decirse lo mismo: lleva suspensión independiente en el eje delantero, su dirección es precisa, los muelles helicoidales traseros e incluso, opcionalmente, una suspensión neumática, le dan una exactitud de guidado, un confort y una seguridad que nunca había visto antes en un pick-up americano.

Gracias a esto, puede conducirlo en tu día a día son esfuerzo, o realizar largos viajes sin fatiga. Pero con todo, su tamaño sigue ahí, y eso condiciona la conducción: no hay que olvidar que, espejos incluidos, mide 2,47 metros de ancho, y de largo son 5,82,  de modo que hay que ir muy cauto, especialmente por carreteras secundarias o en ciudad. Claro que también puedes optar por la cabina de dos plazas, que reduce la longitud total a 5,31 metros: un vehículo con una sola fila de asientos, más largo que un Audi Q7. Así son los americanos, todo a lo grande.